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COLEGIALES, NUEVOS TIEMPOS

Los barrios de Colegiales y sus adyacentes, desde los años ochenta a esta parte ha venido experimentando distintos cambios en la reformulación en la misma medida de aquella que se fue dando cuando eran una zona de quintales.

Son épocas y cada cual responde a la propia característica del momento. Se puede coincidir o no, se puede apoyar o no determinada realidad que se va dando producto de distintas acciones de los actores circunstanciales, pero fundamentalmente los cambios se van dando e incluso, a veces, sin demasiado consenso.

Los años ochenta fueron aquellos años de una profunda innovación urbana producto de medidas de gobiernos que se caracterizaron por resolver las necesidades urbanas desde sí.

La erradicación del asentamiento precario en el sector conocido como Nuevo Colegiales, la desarticulación y por qué no la desactivación del ex Mercado Dorrego fueron el inicio de profundas transformaciones que se irían dando aunque tal vez no fueran tan visibles en cada momento que se concretaron. No estamos haciendo un juicio de valor y en este caso, no estamos diciendo que esté bien o mal.

La construcción de complejos habitacionales por parte de los sindicatos sobre la calle Cramer, marcan también otro momento fundamental y  de la misma envergadura que la llegada de grandes medios de comunicación que a su vez motivaron la instalación de productoras independientes aportando en forma fundamental a ese cambio que estamos desarrollando la idea ahora.

Ya en aquellos años y en los posteriores con la terminación del puente de Jorge Newbery, la creación dela UCAen la calle Freire, la construcción dela PlazaMafalda, la mudanza del club Fénix, fueron dando su impronta que se sumaron al remate de los activos públicos con un discurso por lo menos alevoso y repugnante.

La entrega de los ferrocarriles ocasionó lo suyo mostrando la nueva realidad de tierras fiscales en manos del Estado o de las empresas concesionarias que tardaron y aún no ha resuelto la forma para que el municipio porteño (no un gobierno determinado, si el municipio) se pueda hacer cargo para darle utilidad pública.

En esta primera parte hemos buscado arrojar datos que nos permitan luego ir profundizando en la concreción que estamos ante una nueva época con sus propias características y sus propias realidades, característica y realidad que aportan la llegada de nuevos vecinos debido a la construcción (sobredimensionada a nuestro juicio) de edificios en altura que cambian la fisonomía de un barrio que hasta hace poco era de viviendas bajas.

En una próxima nota de menor a mayor profundizaremos el concepto que motivó la página y que dimos en llamar, “Colegiales, nuevos tiempos”

 

 

 

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