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EL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

DIOS Y SANTIDADTal vez alguien puede preguntarse porque el cristianismo nos llega desde hace más de dos mil años y otras teorías a la luz de los hechos se encuentran perimidas en muchos de sus párrafos: ¿Será que en un mundo –como el actual sin ir más lejos- algunos eran más iguales que otros?

¿Será porque entretanto algunos tenían todo, los más no tenían nada? ¿Cuál es el significado de Jesús lavando los pies a sus discípulos? ¿No será acaso que el sinónimo de un verdadero cristianismo es el servicio y no servirse de otros?

Jesús llegó a este mundo para proponer el amor entre los hombres y por amor curó a los enfermos, alimentó a los necesitados, predicó los fines superadores hasta un individualismo recalcitrante que traicionó, incluso, las Sagradas Escrituras.

¿Cuál fue el mensaje de Francisco el pobre de Asís que mientras se repartían riquezas y poderes quienes pueden ver la realidad con el ojo derecho, el Santo y Santa Clara se dedicaban a alimentar leprosos, cobijar a los desheredados, escucharlos y atenderlos?

En las misas del pobre de Asís no se les reservaba los mejores lugares a los poderosos y a los sin pan los lugares más inhóspitos.

Tanto Jesús como el Santo hicieron lo que hicieron por amor. Por un amor limpio y sincero, por un amor que con el devenir de los años se lo tituló “la opción preferencial por los pobres”

Durante muchos años se discriminó a María Magdalena y francamente, si fueron pareja o no lo fueron, pierden sentido desde el mensaje de amor del cristianismo.

¿En que hubiese cambiado el mensaje si Jesús y Magdalena hubiesen sido hombre y mujer? ¿En que cambia el mensaje de amor entre los hombres si hubiesen fornicado una, diez o cien veces?

Jesús no llegó a estas tierras para que después algunos avivados o apropiadores retorciendo argumentos hicieran de ÉL una imagen europea cuando por haber habitado y recorrido, enseñando el mensaje lo más seguro es que fuera de tez morena.

En nuestro país existieron obispos como Monseñor Novak que quedarán para siempre en los corazones y en las pupilas de un cristianismo comprometido con los que sufren y no haciendo tergiversando las escrituras mismas.

Otros obispos como Hesayne, Angelelli y muchos otros religiosos adhieron a corazón abierto con el Concilio Vaticano II.

¿Cuál fue el pecado?

Han traicionado el mensaje de amor entre los hombres los documentos de Medellín y de Puebla?

¿Quién puede con la ceguera del corazón ubicar la opción preferencial por los pobres desde una óptica perimida que ha quedado congelada en el tiempo?

Cuando la Madre Teresa rescataba a las niñas que vestían harapos y les daba amor, alimento y vestido, ¿era subversiva o más bien una fiel seguidora del mandato cristiano?

Cuando Juan el Batista pregonaba que quien tenga de comer y de vestir debía compartir también estaba influenciado por algún pensamiento dispersante?

Así las cosas, ninguna de las Encíclicas Papales ni los obispos que hicieron historia pueden ser teñidas de uno u otro color que por olvidarse del amor entre las personas significan, en primera y última instancia lo mismo.

Precisamente por amor  cuenta la Parábola del granjero que cuando éste había amontonado alimento por varios días y se echó a dormir. Fue entonces que se le apareció el Señor y le dijo:

–          Hombre necio esta misma noche has de morir y ¿para qué te servirá lo que tienes guardado?

¿No expresa sólidos sentimientos de amor la expresión de Popularum Progresio cuando expresa que a nadie le es lícito reservarse el uso exclusivo de los bienes cuando a los más no tienen para autoabastecerse?

Esto significa el Evangelio según San Lucas, la Madre Teresa, el pobre de Asís y Santa Clara de Asís.

Esto significa el Movimiento de Curas Villeros. Esto significa un cristianismo trascendental que puede mirar  a los necesitados sin ponerse colorado por las aberraciones por todos conocidas.

 

 

 

 

 

 

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