EL PARQUE LEZAMA I Parte

El Parque Lezama es uno de los muchos paseos tradicionales de la Ciudad de Buenos Aires, ubicado en el barrio de San Telmo, y sede del Museo Histórico Nacional.
Está delimitado por las calles Defensa y Brasil y las avenidas Martín García y Paseo Colón, y se encuentra en el barrio de San Telmo, aunque limita con los barrios de La Boca y Barracas.
Sus inicios: El parque fueron repartidos por Juan de Garay en 1580 a Alonso de Vera, no perteneciendo al trazado del casco central de la ciudad.
El Parque Lezama, se caracteriza por sus avenidas arboladas, su anfiteatro y la barranca que desemboca hacia las avenidas Martín García y Paseo Colón. Queda poco de su esplendor de sus orígenes, sus fuentes, estatuas en mármol y bronce, en donde esta el anfiteatro, contaba con una Venus, el pequeño estanque contaba con peces coloridos y lotos, bebederos en mármol, y una vegetación exuberante que ya no existe. Contaba con rejas que de noche, cerraban sus puertas. La piedra movediza, que era uno de sus atractivos en la barranca que da a Paseo Colón fue vandalizada en los años 50.
Las avenidas arboladas, una de ellas bordeada de bancos de mármol, y pedestales con figuras griegas, en el marco de las enredaderas de Santa Rita que hacían al paisaje más atractivo. Esta galería llegaba a la entrada de la residencia.
En 1802, el predio pasó a manos de Manuel Gallego y Valcárcel. A su muerte, en 1808, fue comprado en un remate público por Daniel Mackinlay en 1812 el cual se encargo de realizar la forestación del predio. Durante años fue nombrada por los ciudadanos como la casona el pabellón británico.
En 1857 al terrateniente salteño José Gregorio de Lezama, adhirió terrenos hasta la actual calle Brasil. Lezama remodeló la mansión y convirtió el lugar en un importante parque privado diseñado por el paisajista belga Charles Vereecke, ya que era un gran aficionado a la botánica. También en 1858, durante la epidemia de cólera funciono en el predio lazareto (hospital, sanatorio lejos de la ciudad para atender enfermedades infecciosas. Para 1894, se vendió terreno a la Municipalidad de Buenos Aires por un valor simbólico ($1.500.000), con la condición que fuera convertido en un parque público que llevase el nombre del terrateniente salteño José Gregorio de Lezama. En 1897 el Museo Histórico Nacional; en sus salas se exhiben más de 50.000 piezas relacionadas con la historia de la Argentina hasta 1950.
El paisajista francés Carlos Thays en 1896 diseño el nuevo Parque Público. Charles Thays trabajo durante épocas para la municipalidad, aportando sus ideas, diseño y trabajo a la Ciudad, donde actualmente vemos plasmado en la ciudad.
La belleza de nuestra Ciudad, nuestros espacios Verdes le debemos gracias a las ideas del gran Paisajista Carlos Thays, quien supimos nombrar en ediciones Anteriores. Rosales, jazmines, Santas Ritas, esculturas que hoy pertenecen a un pasado reciente, como el guardián que evitaba el robo de flores… el mirador que todavía existe da cuenta de la belleza del lugar.
El Parque Lezama es lugar de encuentro y cultura, Sábato se nutrió con su Alejandra en Informe para Ciegos en el espacio que ocupa nuestro Parque, Gustavo García Saraví pasaba sus tardes leyendo al sol como uno más del barrio… y así pasaron/pasan los hombres y mujeres de nuestra cultura atraídos por su historia y grandeza.
Una calesita que todavía da sus vueltas a las niñeces… leones, caballos y un calesitero que da prestigio a una sortija esquiva.
Enfrente del Parque existe otro ícono de Buenos Aires. La Iglesia Ortodoxa Rusa sobre la calle Brasil, con su belleza en dorado y azul, en el estilo ortodoxo, sus cúpulas bellamente cuidadas.
Dos bares notables de la ciudad dan marco al Parque Lezama, el Bar Británico y enfrente El Hipopótamo, en Defensa y Brasil.
Lugar más que apropiado para pasar una tarde al aire libre con aire puro y espacio para la recreación. Caminando por sus calles arboladas y frescas.
En su parte sur, Martín García, cruzando el Parque nos encontramos con la actual Legislatura Porteña. La misma ocupa lo que fue la fábrica alimenticia Canale, que preservó su estructura original.