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El Siglo Veintiuno se vino cargado de innovaciones cuando no de revoluciones: la rebelión femenina para terminar con los femicidios que no es otra demostración que una sociedad machista que le asignaba a la mujer un rol totalmente secundario pero con el hipócrita título de ama de casa. Un rol que la reducía a las tareas de atender la limpieza y el cuidado de los niños mientras que el marido era el sostén económico del hogar. Ahora y desde hace años con toda justicia y con la fuerza de los hechos van adquiriendo nuevas posiciones y roles en la sociedad: jefas empresarias, gerencias e incluso, muchas de ellas asumen la primer magistratura de la Nación.
Otra revolución es la que realizan quienes reclaman –con todo derecho- el respeto a la libre elección sexual, aspecto que desde este medio compartimos totalmente pués consideramos que es privativo de cada persona su elección.
Avanzando sobre este tema, una gacetilla del gobierno porteño nos hizo conocer el cambio de nombre de la estación Santa Fe de la línea “H” de subterráneos que nos informa:
“Jáuregui también encabezó la Primera Marcha del Orgullo Gay Lésbico en Buenos Aires en 1992 y ayudó a impulsar el primer proyecto de unión civil y la inclusión en el artículo 11 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del Derecho a Ser Diferente.
El 20 de agosto de 1996 falleció a causa del SIDA y esa fecha se convirtió en el Día del Activismo por la Diversidad Sexual.
La obra en la estación, a cargo de Daniel Arzola, consistió en un mural de 12×4 metros en homenaje a Jáuregui, ubicado antes de los molinetes, de acceso libre y gratuito; un punto de información que va a transmitir videos de concientización y sensibilización sobre Diversidad Sexual, frases de activistas e información legal, y datos sobre cómo denunciar discriminación, entre otros; las escaleras de la estación fueron intervenidas con la versión artística de la bandera LGBTIQ; los balcones hacia el andén tienen retratos donde se representan distintos cuerpos, maneras de amar y expresarse”
El cambio de nombre de la estación Santa Fe viene a cuento de una ley aprobada por la legislatura porteña que el portal www.buenosaires.gov.ar y la aprobación por parte del Ejecutivo municipal que agrega lo siguiente a la información:
“La iniciativa, impulsada por los legisladores Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica), Carlos Tomada y Pablo Ferreyra (Frente para la Victoria), fue votada en diciembre pasado en la Legislatura porteña, y constituye un espacio de visibilización del colectivo LGBTIQ (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales y queers) que durante mucho tiempo ha sido un grupo vulnerado en derechos en nuestra sociedad”
Cuando se produjo el acto para el cambio de nombre, el Lic. Rodriguez Larreta expreso:”Desde la Legislatura y trabajando en equipo con la Subsecretaría de Derechos Humanos, acérquennos propuestas, trabajemos juntos, de cómo podemos lograr una política laboral más equitativa”, dijo Rodríguez Larreta, y agregó: “Todos tienen que ser respetados, nadie discriminado por sus elecciones sexuales ni por su identificación de género”.
Sintetizando así como el Siglo XX fue el del desconocimiento de los más elementales derechos de las personas mediante las guerras mundiales arrojando bombas atómicas sobre poblaciones indefensas, el inicio del Siglo XXI parece ser el del reconocimiento de las minorías hasta hace poco negadas.
En buena hora que así sea.
