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La Señora Presidenta recientemente electa con una abrumadora cantidad de votos producto de su gestión inapelable e impecable, llamó a un trabajo conjunto a las autoridades de la gobernación de Buenos Aires, a los municipios bonaerenses y al Gobierno porteño por un tema que nos tiene a mal traer desde mucho antes de la fatal epidemia de fiebre amarilla del año 1871 cuando a la inmigración le resultaba insoportable los olores del Riachuelo.
“La Cuenca Hídrica Matanza-Riachuelo es el curso de agua más contaminado de nuestro país. Abarca más de 2.400 km2 con un ancho medio de 35 km2 y una longitud media de 75 km2”, se puede leer en el portal www.buenosaires.gov.ar. Agregando luego que “…Por razones geográficas, sociales, económicas, políticas, de servicios públicos, y por las diferentes problemáticas que poseen las distintas regiones de la Cuenca, la misma se divide en: «Cuenca Alta»: Partidos de Marcos Paz Cañuelas, General Las Heras, San Vicente y Presidente Perón; «Cuenca Media»: Partidos de la Matanza, Merlo, Morón, Esteban Echeverría y Almirante Brown; y «Cuenca Baja»: Partidos de Lanús, Avellaneda, Lomas de Zamora, y Ciudad Autónoma de Buenos Aires”
No dudamos de la voluntad dela SeñoraPresidentapara solucionar los inconvenientes que provoca su cauce y tampoco dudamos de la debida atención que le dará el gobierno de la ciudad y en general las autoridades de la provincia y los municipios más arriba señalados.
“Es muy importante que en el primer acto público luego de su reelección, la Presidenta ponga como prioridad el Riachuelo. Para nosotros este tema también es una prioridad y ojala que el acto de ayer nos impulse a trabajar juntos con una agenda concreta”, subrayó María Eugenia Vidal, recientemente electa vicejefa de gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Se nos ocurre que esta prioridad servirá para demostrar que existe la voluntad de la dirigencia nacional para dejar de lado las lógicas diferencias en una sociedad democrática y trabajar conjuntamente en una tema que desde lo ambiental abarca otros como el de la salud, el derecho a una vivienda digna, a la construcción de una sociedad que busque el Bien Común (en el sentido cristiano de la palabra) y la inclusión social más que aquella otra en la cual las personas se convirtieron en descartables.
No es un tema fácil la limpieza del Riachuelo y quizás su estado actual demuestre lo complicado dado que algunas empresas arrojan sus residuos industriales en sus aguas convirtiéndolas en un lodazal.
Es seguramente el examen que debemos rendir los argentinos que habitamos el sector si realmente hemos madurado como parece demostrarlo algunas leyes que han siglo consagradas y otras que muestran que ningún tutelaje puede mantenerse eternamente.
Limpiar y poner en condiciones al Riachuelo por seguro será una gesta de aquellas grandes proezas que hicieron nuestro país.
Que así sea.
