Según el portal para buenosaires.com la legislatura porteña busca aumentar la multa de los propietarios de móviles que obstruyen las rampas para las personas discapacitadas, lo cual coincidimos y esperamos que se sancione.
La citada fuente tomando la información del matutino clarín.com expresa: “La ley se basa en una encuesta realizada por el Gobierno porteño en junio, en la cual el 75% de los 394.241 que votaron se mostró a favor de subir el castigo para quienes cometen esta infracción. En ese momento, sin embargo, la propuesta era triplicar la multa, pero finalmente en la Legislatura optaron por aumentarla un 50% para dejarla en línea con otras infracciones de rango similar, según explicaron fuentes del oficialismo”
Sin lugar a duda estamos en una ciudad violenta y violentada en la cual el Don Pirulero es el juego preferido de algunos.
La violencia que no sólo significa inseguridad se da en el marco de estacionar donde no se debe en doble fila, pasar un colectivo u otro móvil por la derecha, la excesiva velocidad de motos y andar en bicicleta a contramano lo que implica tanto sea un riesgo personal de quien la maneja como de quien cruza la calle mirando en dirección del tránsito como es fácil suponer.
“En promedio, se labran unas 3.800 actas mensuales por esta falta. El costo de la multa se determina por Unidades Fijas, cuyo valor equivale al precio de medio litro de nafta del mayor octanaje en las estaciones YPF del Automóvil Club Argentino. Ese valor hoy está en $ 11,15, pero se actualiza semestralmente, con lo cual podría aumentar en la medida en se encarezcan los combustibles”, extiende la información el portal tomando como fuente el matutino antes mencionado.
Motoqueros a una velocidad nada aconsejable, cortes de calles a diario, no respetar las líneas amarillas doblando por donde convenga como ocurre en Combate de los Pozos y Caseros donde conductores llegando por la primer arteria doblan hacia la izquierda estando expresamente prohibido, bocinazos insolentes a la menor tardanza de otro conductor, el frenesí alocado de unos y otros, el no respeto de las paradas de colectivos o hacer subir o bajar pasajeros en medio de la calzada son apenas unas pocas infracciones de tránsito que vemos a diario.
Incluso, concluyendo, el cruce de peatones a mitad de cuadra que pone en peligro tanto de quien lo hace como de otros, es lo que nos permite escribir esta carta abierta al Buenos Aires violento.
Esperemos que en alguna oportunidad lo acá mencionado cambie porque sería una ventaja o un logro hacia el ciudadano común.
Ojalá sea posible por el bien común, el suyo, el nuestro y el de todos.