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Desde la década de los años 80, se comenzó a popularizar un barrio por demás exótico: el Barrio Chino. Los inmigrantes asiáticos en toda su extensión, comenzaron a establecerse en la zona. Al día de hoy, el multifacético conglomerado ofrecía mercancías, productos de la zona y múltiples servicios, desde la comida al paso, y sus aromas y nombres ajenos a nuestra grafía y costumbres, que poco tardaron en hacerse comunes. Hasta ofrecer técnicas de sanación, y métodos no conocidos de artes marciales, como el chi-kung.
Colorido y sabiduría, marketing y porqué no el «empoderamiento» por parte nuestra de milenarias costumbres que se hicieron propias dentro de nuestra sociedad. En una heterogénea ponencia de integración a milenarios saberes. Y lo sigue siendo hasta hoy, con una sumatoria que se incorpora a partir de un hecho puntual.
La elevación de las vías del tren en el Viaducto Mitre.
Ocasionó un cambio desde lo paisajístico hasta lo comercial, dándole un mayor atractivo a la zona, desde siempre friendly. Surge así Viaviva, que es un proyecto comercial donde a lo largo de cuatro kilómetros se renuevan las propuestas comerciales desde Palermo a Belgrano. Acotando que los valores de venta en propiedades tienen el target más alto de Buenos Aires.
De los cuatro kilómetros del nombrado circuito, se abrieron al público cuatro de las seis cuadras que integran el área del Barrio Chino. La finalización integral de esta sección, será con la finalización de las dos cuadras restantes hacia Avda. Monroe.
Ya están en la zona las marcas reconocidas de Freddo, Farmacity, Fenjiu, The Food Truck Store, Temple, Keller, Bar&Blue, Joy, Havanna, entre otras.
Las nuevas propuestas permiten atraer más turismo, contándose 28.000 personas cada fin de semana.
Los tres tramos son: Barrio Chino, Libertador e Hipódromo. Se utilizan en el nuevo circuito los terrenos que quedaron debajo de la elevación del Viaducto Mitre, en Barrancas de Belgrano, llegando a la Estación Lisandro de la Torre, en el barrio de Palermo.
Las propuestas son múltiples: un polo gastronómico en el Barrio Chino (va de Monroe a Sucre), se le suma un corredor de concesionarias de autos de alta gama (entre La Pampa y Olleros). La tercera es la de una movida donde se combinan locales de comida y boliches, que van de Olleros a Dorrego.
Se estima que luego de terminado el circuito se instalarán en la zona un total aproximado de 200 locales. El director comercial de Viaviva, Tomás Garzón Macedo, destacó que la expectativa está puesta en que todo el pasaje esté totalmente abierto en marzo o abril de 2024″.
Cada cuadra, tiene o abarca un promedio de 25 locales comerciales. Una vez terminada la expansión Viaviva comparte que, en el Barrio Chino se habilitarán entre 90 y 100 establecimientos.
Se busca optimizar la propuesta de los comercios, para agregar a la propuesta comercial los aportes de la creatividad y el ingenio: incluir desde una salsa kimchi hasta carteles en chino, expresó Garzón Macedo.
Una de las últimas primicias es ofrecer hielo raspado que incluye un local coreano, que se especializa en el producto. La tradición de Taiwán aporta nuevos locales.
Las vinotecas. El Bar de vinos ofrece los mejores sabores y blend desde La Vinatería.
Desde San Martín y su zona el clásico de clásicos Pancho 46, se hace presente. Con la inclusión de experiencias gourmet al estilo oriental.
Juan Nielseno, socio de Temple y un pionero del Barrio chino, a través Viaviva lo aprecio como lugar estratégico. En opinión de Nielseno, Belgrano enfrentaba un desafío: crear un polo gastronómico sin conflictos vecinales. Vio en esta zona el potencial para construír con éxito. Agrega que en las dos décadas anteriores se vive una transformación en la gastronomía del mundo. Sumado a la tendencia de buscar espacios reducidos, con una tendencia marcada: la experiencia de comer en la calle, suple la de organizar comidas dentro de sus hogares. Motivo éste, que impulsa la creación de nuevos movimientos en el área gastronómica, que se repican en otras zonas con el mismo éxito.
