La otrora Chacarita de los Colegiales parece quedar atrapada en el tiempo y paralizada también en la obra de Miguel Cané cuando aquellos estudiantes de San Carlos venían a pasar las vacaciones a estos lugares.
Sin embargo otros hechos que escribimos nosotros los vecinos o la participación de comerciantes que se asociaban a la Caja Popular de Colegiales asociados en la premisa “la ayuda mutua y el esfuerzo propio” pero también en la confianza.
Por esto y por considerar que hay otra historia, desde hace tiempo nos venimos abocando a encontrar sus datos y que nos arrojan sus enseñanzas como todo dato histoórico.
El tema del ferrocarril resultó vital en el desarrollo de nuestros barrios y en la historia del barrio de Chacarita.
“En el barrio de Colegiales, el ferrocarril tuvo una presencia destacada, aunque no tanto por su estación de pasajeros, sino más bien por las inmensas playas de maniobra que se construyeron dentro del barrio. La más destacada es la playa de cargas de la propia estación Colegiales, actualmente operada por la empresa Nuevo Central Argentino, que abarca aproximadamente unas 9 manzanas. Sin embargo, al sur de la Avenida Federico Lacroze se levantaba otra playa de maniobras, en un sector delimitado por las calles Matienzo, Alvarez Thomas, Dorrego y la vía principal del Ferrocarril Mitre.
Hasta el siglo XIX, en esa zona cercana al arroyo Maldonado, límite natural entre los partidos de Belgrano y el de Buenos Aires, no había más que numerosas quintas. Unos años después, los distintos ferrocarriles habían ido demarcando lo que sería este polígono: al Sur se levantaron los viaductos del Ferrocarril Pacífico (hoy San Martín), al Nordeste aparecieron los terraplenes del Ferrocarril a Rosario (hoy Mitre) y años después, se construyó una vía de carga para unir las estaciones Chacarita y Colegiales”, leemos en www.lanación.com, agregando que (…) En el barrio de Colegiales, el ferrocarril tuvo una presencia destacada, aunque no tanto por su estación de pasajeros, sino más bien por las inmensas playas de maniobra que se construyeron dentro del barrio. La más destacada es la playa de cargas de la propia estación Colegiales, actualmente operada por la empresa Nuevo Central Argentino, que abarca aproximadamente unas 9 manzanas. Sin embargo, al sur de la Avenida Federico Lacroze se levantaba otra playa de maniobras, en un sector delimitado por las calles Matienzo, Alvarez Thomas, Dorrego y la vía principal del Ferrocarril Mitre”
El tren que llegaba hasta la Estación Colegiales luego por una vía parelela por Concepción Arenal –hoy prácticamente invisible- proveía y distribuía frutas y hortalizas ya sea desde los quintales del barrio o desde éstos hacia otras localidades y por lo cual muestra que en ese entonces y dentro de las identidades barriales tenía una vital importancia en esa Buenos Aires productiva basada en el transporte vía ferrocarril y no en camiones como en el presente.
Ese trencito que llegaba por Concepción Arenal tenía su escala en los Molinos Minetti y en la Algodonera, célebre por albergar y dar trabajo a vecinos del lugar y que en muchos casos se hospedaban en la villa de Colegiales. Cuentan vecinos mayores que se sabía la hora según el sonar de una sirena que marcaba el horario de entrada y salida del personal.
Todo fue cambiando cuando se promocionaba la apertura total de la economía, cuando según un ministro daba lo mismo la industria pesada que fabricar caramelos.
“Paralelamente a la industrialización surgieron las villas miseria, con habitantes provenientes del interior o de países limítrofes que buscaban trabajo en las grandes ciudades. La Villa de Colegiales (oficialmente conocida como Villa Nº30) se instaló en la playa de maniobras del sector sur y llegó a tener 10.000 vecinos. Sin embargo, en los años ´70 la situación cambió por completo, al iniciarse el proceso de des-industrialización: tanto las fábricas como el Molino Minetti cerraron sus puertas y desde el Gobierno de la Ciudad, dirigido por el Intendente Osvaldo Cacciatore se inició la erradicación de las villas miseria”
Esta es parte de una historia que en algún caso es silenciada y que de tanto silenciarla quedará en el olvido.
Esta es también parte de la historia de Chacarita que festeja un nuevo aniversario con motivo de la petición del historiador del barrio, el Arquitecto Jorge Boullosa a la Legislatura porteña y que nuestro hermano portal www.barriada.com transcribe en forma textual.