Desde 2016, la Ciudad de Buenos Aires impulsa iniciativas para gestionar residuos orgánicos mediante recolección diferenciada en supermercados, locales gastronómicos, hoteles, ferias y puntos verdes. En 2024, esta práctica se consolidó en 24 escuelas estatales, alcanzando 14 barrios y recuperando más de 67 toneladas de residuos orgánicos de los comedores escolares, con planes de expandirse aún más.
La articulación entre los ministerios de Educación y Espacio Público permitió crear un circuito eficiente para recolectar estos desechos y convertirlos en compost en el Centro de Reciclaje de la Ciudad. Este proceso no solo reduce el volumen de residuos que llega a rellenos sanitarios, sino que fomenta la economía circular y la regeneración de suelos con nutrientes reciclados.
El compostaje tiene un impacto ambiental directo: al evitar que los residuos orgánicos terminen en rellenos sanitarios, se reduce significativamente la emisión de gases de efecto invernadero como el metano, contribuyendo a mitigar el cambio climático. Además, al generar compost, se producen insumos naturales que mejoran la calidad del suelo en áreas verdes y proyectos de reforestación, cerrando el ciclo de vida de los materiales orgánicos.
Otro aspecto clave es el rol educativo de estas iniciativas. A través del programa Escuelas Verdes, los estudiantes participan en actividades que los conectan con conceptos fundamentales como el reciclaje, la sustentabilidad y la responsabilidad ambiental. Este aprendizaje práctico no solo sensibiliza a las generaciones más jóvenes, sino que también siembra en ellos un compromiso duradero hacia el cuidado del planeta.
Con pequeños pasos como este, se promueve un impacto positivo que beneficia a todos. ¿Querés saber más? buenosaires.gob.ar/centro-de-reciclaje-de-la-ciudad