Cuando por fin nos inspiramos -francamente no sabemos hasta dónde- se nos ocurrió escribir sobre ese pensamiento profundamente democrático que con dos palabras lo dice todo. Tenía que ser una fecha cercana al 30 de octubre cuando ese hombre al que consideramos el PADRE DE LA DEMOCRACIA MODERNA asumía la primera magistratura antes del debacle menem-delaruísta, queproducirían una nueva versión de la década infame.
No se equivocaba DON RAÚL cuando decía que con la democracia «se come, se educa y se cura». Pero semejante estadista no estaba para trabajar en la cocina sino para orientar un país donde pudiera ser realidad una PATRIA GRANDE CON UN PUEBLO FELIZ; donde nadie se sintiera más de lo que es y menos de lo que debe ser.
Tal vez no pudo encontrar esa persona que hiciera la comida para hacer realidad aquella bandera irredenta «Donde hay una necesidad, nace un derecho».
Tal vez tantas cosas…
¿Pero qué nos queda del mensaje de este Hombre incomprendido que necesitó que la actual Señora Presidenta, Dra Cristina Fernández de Kirchner, le rindiera el homenaje merecido en la Casa Rosada a tan insigne nave de la democracia.
El mensaje es precisamente el HABLEMOS TODOS y que es otro triunfo de la democracia sobre el silenciamiento.
El hablemos todos no quiere decir acatar, obedecer. HABLEMOS TODOS es poder hablar sin permiso porque algunos de tanta obsecuencia y obediencia se olvidaron que tienen cerebro.
HABLEMOS TODOS es la pelea rauda y sin descanso para que la autonomía porteña no quede tan sólo en un enunciado y que los juegos de azar sea de los porteños como lo exige la Constitución y como la están peleando Grindetti, ministro de economía porteño y Cristián Ritondo Vicepresidente 1º en la Legislatura.
ES DARLE LA VOZ A LOS QUE SIEMPRE SILENCIARON.
HABLEMOS TODOS es animarse a pensar sin fronteras. Es terminar con la estupidez de decir que lo que hizo el otro está mal y que solo vale lo que hacemos nosotros.
HABLEMOS TODOS era sentarnos a una misma mesa con el recordado Padre Osvaldo Musto y tratar de dar lo mejor para mejorar el barrio sin tener en cuenta las pertenencias partidarias.
HABLEMOS TODOS no es premiar la obsecuencia y castigar el disenso y hoy a horas nomás que se declaró la constitucionalidad de la Ley de Medios es hora de decidir por abajo todo aquello que pueda decidirse desde lo barrios y junto a la gente.
Es democratizar la palabra.
La ley de Medios primariamente es un desafío para que algunos pocos no se apropien de la información y lo más importante es que se la aplique.
Ya no hay argumentos.
La Ley de Medios es profundamente democrática y enriquece la democracia, si se la aplica.
Es tiempo de darles la palabra a quienes siempre callaron. No es tiempo de obsecuentes ni obedientes. Es tiempo de darle al pueblo lo que es del pueblo, y para que éste pueda decidir es necesario poder informar.
EL ESPÍRITU DEL HABLEMOS TODOS es posibilitar que La Colifata para citar un caso tenga su licencia y su pauta publicitaria. Que en los asentamientos populares de donde salieron abogados, médicos y otros profesionales también tengan su voz y su palabra para contarnos que les pasa. Que cada barrio tenga su forma de expresarse.
Por todo esto la ley de medios es enriquecer la democracia, reiteramos.
Debe ser la voz de los sin vos. De quienes por los hechos jamás te tuvieron en cuenta. De los que fueron silenciados y nunca más deben serlo.
El HABLEMOS TODOS es empezar a decidir entre todos y no sólo por arriba, en última instancia.