Hermanos, hermanes…saben una cosa. Mi nieto me preguntó, qué es el pesebre abuela, ahora que tiene 5 años comprende un poquito más la historia de Jesús. Entonces le conté. Abuela, pero en el pesebre estaban los animales. Si allí se refugiaban por el frío. Y había días que no podían salir…. Y dónde hacían caca los animales? y, en el pasto, en ese lugar ? Si, porque no podían salir por el frío. Y mi nieto pensaba. Y ahí se acostó la mamá a tener a Jesús, me dice. Arriba de la paja mojada, húmeda, sucia por la baba de los animales… Y eso me hizo reflexionar.
Reflexiones en esta Navidad
Cuántos hermanos sufren y viven en la plena miseria, por otros tantos egoístas que hay en el mundo, por los cuales también tenemos que pedir para que cambien su corazón o que se vayan a vivir todos juntos a vivir a una isla si no saben vivir o compartir con los demás… Y bueno, la verdad me emocioné tanto como ahora que no supe qué contestarle a mi nieto, pero tenía razón. Me puse a reflexionar. Y si, María en su momento de dar a luz, que es tremendo cuando vienen los deberes de parto, para tener a su bebé tener que tirarse en cualquier lado, yo pienso que su esposo la habrá cuidado, le habrá puesto una manta limpia. Ella llevaba la ropa preparada para él, para su bebé, pero es crudo y muy duro, Y bueno, a veces no tenemos conciencia, porque no sabemos, no lo pasamos, sin tener empatía por no haberlo vivido, pasado. Momentos tan duros, de tanta pobreza donde tener que dar a luz, yo pienso hoy también en las mujeres en las guerras, llegado el momento del parto, de dar a luz, que es tan difícil controlar ese momento, que tendría que ser el momento más sublime de la humanidad y cuántas mujeres hay, ni hablemos de las que son golpeadas, violadas o atadas y tienen que dar a luz, de las desaparecidas, en esos lugares de mal trato. de humedad, tal ves arriba de su propia orina y demás… La verdad esta Navidad estoy un poco cansada por el egoísmo que tenemos los seres humanos a veces, que sólo nos miramos la nariz y el ombligo y no miramos más allá. Bueno, hace bastante que vengo rezando para qué cambien, o que se modifiquen en algo los corazones de los seres humanos que están manejando el mundo tan egoístamente, con tantas enfermedades, con tantos maltratos, con tantos abusos, de todo tipo. De todo tipo. Le pido al Único, a Cristo Jesús, a su Amada y Poderosa Presencia Divina que tiene cada uno para que pueda ir abriendo el camino de la Luz, rechazando el camino de la oscuridad. Y bueno, esa fue mi gran reflexión de esta Navidad.
Un abrazo para todos.