DEBERIAMOS aprender los vecinos de una ciudad de hechos positivos de otra y por seguro que la provincia de Entre Ríos y más concretamente Paraná, nos entrega algunos ejemplos que adaptados a nuestra realidad no estaría de más.
No es una simple garita de cuidador de parque; tiene la apariencia pero implica una mirada mucho más amplia que el necesario policía de la esquina.
Y en este Buenos Aires, bastante complicado. Muchas veces y no desde hace algunos años, desatendido se ha incurrido en una sobredimensión de rejas que atrapan su aire y deseo de renovación e incluso de las palomas y pajaritos, la garita de policía en medio de la plaza y conectado con la departamental o con sus colegas, entre otras cosas, el policía hace sentir a los paranasenses que no están solos, que alguien los cuida y busca preservarlos.
Una de otra deberíamos aprender existiendo esquinas donde se puede acceder de un lugar a otro mediante una pequeña rampa que interrumpe algunos escalones.
No se trata que una ciudad sea mejor que la otra porque la calidad de vida no puede quedar reducida a una simple competencia cuasi-deportiva.
Pero de lo que sí depende de una gestión de gobierno es dónde pone la mirada para el posterior desarrollo políticas que se adopten.
Aún asi y todo, también es necesario y oportuno redefinir el rol de las comunas ya en funcionamiento en la ciudad porteña.
Fudamentalmente si éstas no encuetran las formas para que el vecino haga de ellas su modo de intregrarse a la metrópolis, de poco servirá su creación.
Como expusimos más arriba, uan ciudad de otra debería ya nbo sólo aprender sino sacar el saldo observando que se ha hecho en otra, si rersulta efectiva y qué es lo que buscamos.
Buenos Aires tiene todo para convertirse en la ciudad de ciudades. Es una megaciudad para decirlo en pocas palabras.
De gobernantes y gobernados, depende, una vez más su éxito y desarrollo.