BUENOS AIRES SIGLO XXI

Es de esperar, de una vez por todas, que la dirigencia (nacional, provincial y porteña) se pregunte y diga de qué se trata. Llegaron las Comunas porteñas y hasta hoy más que la posibilidad que los vecinos elijan sus propios representantes, los eligió la partidocracia convirtiendo en tal caso en algo que es “más de lo mismo”: comuneros con escasa representatividad barrial y en algún caso desconocido por quienes caminan las calles todos los días.

¿El doctor Juan Manuel Abal Medina, Secretario de Comunicación Social del gobierno nacional, debe reunirse con los comuneros de su partido para motivarlos para que éstos hagan conocer el proyecto nacional en los barrios? ¿Ignora el funcionario en cuestión que existe una prensa vecinal en cada uno de los barrios y que también, existe con una orientación comunitaria en el distrito bonaerense?

Somos conscientes que las cosas deben hacerse en forma planificadamente, pero también es cierto que deben hacerse.

La comunicación social debe ejercerse pero desde ópticas distintas.

Llegar a las comunas deparó largas reuniones, años y más años de reclamos: ¿Para quien son los comuneros? Para una dirigencia partidaria que en una piecita de cuatro metros por costado jueguen al Don Pirulero o a la perinola o ¿para que el vecino que descentralizadamente – lo que es decir desde los barrios- elijan quienes serán los encargados para el reclamo que todos y cada uno necesita?

Así las cosas  y no es que estemos en criticones porque sencillamente no nos interesa ponernos en esta situación, insistimos que la dirigencia debe estar a la altura de las circuntancias: nombrar delegados comunales en los centros de gestión y participación comunal es un contrasentido a la ley en vigencia e incluso con la mismísima constitución porteña.

Ganar una elección, unos y otros deberían aceptarlo, no significa un cheque en blanco por cuatro años para hacer lo que se quiera.

Existen temas que exceden ampliamente lo meramente temporal y tienen que ver con lo trascendental.

Hoy se habla de mudar hacia el sur conformando un centro cívico en las inmediaciones del ex Hospital Rawson, la cual es una medida ampliamente aplaudible. Pero la experiencia nos indica que mucho del éxito está no en el hacer sino en como se hace.

Quien gobierne el país, la provincia o la ciudad es un hecho meramente circunstancial y depende la madurez de las respectivas autoridades dejar de lado las decisiones partidocráticas o de sector ampliar el campo de decisión.

El sur metropolitano termina enla GeneralPaztal cual nos muestra la geografía porteña o en su límite es el barrio de Nueva Pompeya?

Hablar de una revitilización del sur metropolitano y dejar fuera el sudoeste puede resultar un contrasentido.

Podría ser algo similar a cuando allá por las últimas décadas del Siglo XIX y las primeras del Siglo XX, se hacía la limpieza de las casas escondiendo la basura debajo de la alfombra.

Los hechos demostraron que no sirvió de mucho y menos por largo tiempo… Es de suponer que un valor esencial es saber aprender de los errores cometidos…