Podríamos decir que la música folklorica es una suerte de portavoz de los pueblos en donde se desarrolla. Tiene que ver con los logros y pesares de cada paisano que a través de un ritmo o música determinada nos cuenta la realidad lugareña con altivez y orgullo.
En principio queremos reiterar nuestra prédica constante de invilización del africano que como todos sabemos fue traído por las barcazas como mano de obra esclava una vez que el nativo (pueblos originarios) no pudieron soportar ese estilo de vida que le imponía la salvaje conquista española de América.
En todos lados, en toda América, dejaron la huella cultural a través de la música, del idioma y sus palabras, a través de los ritmos como por ejemplo el tango, el jazz, entre otras melodías.
Precisamente por lo expresado, una gacetilla de prensa del gobierno porteño nos informa:
• Auditorio, 19h // Tomás Lipán + Nando Díaz
o Tomás Lipán. Es uno de los cantores más importantes a nivel nacional y referente de la música jujeña, consagrado en su región como “el cantor de Purmamarca”. Alcanzó proyección nacional integrando primero las filas de Jaime Torres, sumado al éxito solista como artista Consagración en el Festival de Cosquín.
Con varios discos editados, Amor y albahaca y Canto Rojo, fueron especialmente elogiados por la crítica especializada. El quebradeño ofrece un repertorio que profundiza en las raíces musicales de su tierra, abarcando bailecitos, zambas, huaynos, carnavalitos y copleadas.
o Nando Díaz. Este cantante y compositor nacido en la ciudad de Palpalá, es una de las voces más originales que emergieron en la nueva camada jujeña, donde le raíz folklórica se fusiona con ritmos populares de diferentes países y con diversos géneros. Recientemente fue el ganador del Concurso Jujuy Suena, con el que editará su segundo disco con canciones propias. También fue seleccionado dentro de las nuevas voces para compartir escenario con Liliana Herrero.
• Nave Mayor, 20h // Peña Jujeña: Conciertos, clases y bailes.
Sin embargo lo mencionado no es todo: hacia las cuatro direcciones cardinales cada lugar, cada provincia,presenta su propia melodía que por lo general narra la vida del paisano conformando una raza mestiza por el entrecruzamiento del español con las mujeres.
A pesar de las concepciones diferentes y sin tomar partido por algunas de ellas, leemos:
El «Día de la Zamba», más allá de las controversias folclóricas
En honor a la zamba “Siete de Abril” o “La siete de Abril”, una pieza cuyos orígenes son materia de discusión para investigadores del acervo cultural nacional, hoy -y en coincidencia con la enigmática fecha que le da el título- se celebra el «Día de la Zamba». Un repaso de esa historia y una excusa para poner los pañuelos en el aire y latir al ritmo de la zamba.
Los abuelos tarerean tangos. Las madres, zambas. Al menos es lo que ocurre por estas tierras nicoleñas que tienen tanto de urbe como de verde, de campo y de distancia. Para quienes no somos grandes expertos es quizá el ritmo que más fácilmente identificamos entre los diversos pulsos y formas que tiene ese complejo paquete sonoro que denominamos «folclore».
Al oír un solo compás, ya reconocemos la zamba como tal. Y no es que se trate de una fórmula sencilla. Seguramente que para oídos de otras latitudes, otros países, otras culturas y otras costumbres, la zamba ha de ser un elemento extraño…
El sur de nuestro país también tuvo su melodía fielmente interpretada por poetas como Hugo Gimenez Agüero y cantada con todo el sentimiento de Rubén Patagonia en recuerdo de los mapuches y tehuelches con quienes en la campaña del desierto se hizo un verdadero genocidio en el cual hubo robo de tierras, asesinatos a mansalva pagándose, incluso, dinero como prueba del exterminio.
Resumiendo,