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NO SE OLVIDEN DE CARLOS NAHUEL Y LUISITO DIMEO A 10 años de la masacre del Hogar Piedralibre y aunque algunos funcionarios de entonces miran para otro lado haciéndose los desentidos, mayores son los interrogantes que las certezas.
¿En que se gastó la donación de AUSA para refaccionar el inmueble de Carranza 1260? ¿Habrá rendido cuenta sobre la utilización del dinero la empresa MEGAOBRAS quien tercerizó la obra donde iban a dar con sus huesos aquellos niños que por la ineptitud de los funcionarios del Área, cosa que resultó fatal, ni siquiera se alertó sobre los peligros que corrían?
El hecho es que la inoperancia de los funcionarios del Área ni siquiera solicitaron que la repartición de Bomberos de la zona –a pocas cuadras del Hogar- hiciera una recorrida por la vivienda e hiciera un alerta sobre posibilidades de incendio.
Pero lo que es peor aún es torpeza cuando el desinterés que ni siquiera acusaron recibo pintando los entrepisos de madera con pintura anti-incendio.
Cuando este cronista desea tener información en la empresa AUSA se nos niega porque viene de una gestión anterior desde hace muchísimos años: argumento absolutamente reñido con el sentido común y que además nos habla de una desorganización en el manejo de fondos públicos altamente cuestionable.
El incendio del boliche de Cromañón ya aconteció; el desastre de TBA en Once lo mismo.
¿Cuándo los funcionarios públicos se harán responsables de sus acciones? ¿Nunca? Acaso mientras algunos demuestran debilidad ern su capacidad de rememorar las causas, chicos como Eduardo Nahuel y Luisito Dimeo deben seguir tolerando que algunos impresentables sigan abonando a la teoría de una sociedad descartable donde muchos fallecen además por los accidentes que ocurren sino también porque son pobres.
Alguna vez esperamos y tenemos esperanzas que AUSA y Megaobras digan a las claras en qué y como gastaron los dineros públicos, los suyos y los mios.
