El protagonismo de Chano Charpentir no es de hoy, lleva años, si como músico, o adicto, es conocido por todos.
Hoy Chano Moreno Charpentier está peleando por su vida, una vez más, el músico está internado y su madre hace de vocera de su hijo y de todas las otras que no son mediáticas. Estremece su relato en un recinto del Senado de la Nación, durante el debate sobre la Ley de Salud Mental y Adicciones.
Mientras los ecos de los discursos se apagan, se levanta la voz de una protagonista. Y esta vez, es buena la inmediatez de esa figura. La madre de un adicto, que la pelea para no ver a su hijo despersonalizado a tal punto, o muerto. Así de crudo, pero cierto.
Su voz y su expresión producen el silencio. «Chano está internado. No lo veo hace seis días. Está en el lugar que tiene que estar, después de tanto esfuerzo, creo que es una medida para que él tome conciencia y aquiete su dolor y su cabeza»… Así expresaba Marina su realidad unida en defensa de su hijo. El hijo mediático, el cantante de Tan Biónica, tan frágil como el último pibe de un barrio marginal. En estas palabras Marina nombra a miles de mujeres y familias que no hallan respuesta en la justicia, ante tanto reclamo.
«No estaba preparada para hacer este móvil, hablar de mi hijo me emociona». Hablar desde las entrañas del dolor emociona a cualquiera que tenga un sesgo de sensibilidad también. Desde el Senado la llamaron para que exponga su historia como madre de un adicto en recuperación, entrando en los debates por la Ley de Salud Mental y Adicciones.
Marina es Licenciada en Trabajo Social especializada en adicciones. «Me convocan porque para modificar una ley vigente se necesita gente con conocimiento y la experiencia personal de las madres. Es la primera vez que nos están escuchando. Y las circunstancias quisieron que yo tenga voz en esta lucha». «Voy a decir todo lo que tengo que decir y en nombre de ellas y de todas las familias que luchamos contra esta enfermedad».
«Ninguna madre quiere ver a su hijo morir. Hay muchas madres que no tienen a su hijo y ahora me dicen que quieren luchar por el mío».
El músico está en terapia intensiva.
La adicción es una lucha diaria, minuto a minuto, del paciente y la familia. Y es algo que no se dice cuando se puede manejar, después no hay vuelta atrás. A 11 años de la sanción de la Ley de Salud Mental y Adicciones, la imperiosa necesidad de un cambio en la operatividad de la misma, provoca esta Jornada de Reflexión y Debate. Hoy la visibilización de un caso mediático hace posible reconstruír un pedido de ayuda a organismos que por protocolos y órdenes obsoletas, se cristalizan en un accionar conjunto, que debería llevar al éxito y la internación efectiva de un paciente adicto. Contando con desintoxicaciones al parecer, siendo efectivas, el regreso a sus casas, pone en riesgo nuevamente al paciente. Es evidente que la problemática y masividad de estas conductas socioculturales están llegando a límites complejos y altos índices de suicidios. Qué hacer y como hacerlo en medio de una urgente necesidad de sanear lo perimido y llevar solución y claridad a pacientes y familias. Esta nueva Ley es necesaria y la prioridad es el paciente adicto y su reingreso a una sociedad que los discrimina, más allá de trabas en los sistemas de salud y leyes que no cumplen su objetivo.