LOS TIEMPOS CAMBIAN

Los tiempos cambian y aquello que antes aparecía poco menos que imposible cada vez resulta una realidad que se presenta ante nuestros ojos en forma evidente.

Aquellos tiempos de debacle total que nuestro país ha sufrido cuando explotó la política del “anarco-capitalismo” en la cual los canallas de la cleptocracia noventista llegaron a hablar de un efecto derrame que provocaría el desarrollo de la sociedad en su conjunto, sin pausa implosionó.

Fueron los momentos en que el Estado debió recurrir en auxilio de quienes habían sido arrojados por la ventana de una sociedad descartable (esto mismo pasa en los países centrales de aquel primer mundo soñado en el transcurso del gobierno de los ladrones instalados a partir de 1989 hasta el 2001 y que luego se extendiera con alguna variante hasta el 2003)

Criterios y nociones duras e inflexibles de un lado y del otro –que aún hoy perduran- como si el paso del tiempo estuviese en un freezer no permitieron observar las nuevas demandas y necesidades sociales.

Recurrir a esa ayuda que no podía quedar atrapada en la entrega de una mercadería alimentaria que a veces fue de dudosa calidad o como irónicamente hemos dicho en alguna otra página de este mismo portal, cambiar el sándwich de mortadela por otro de salchichón, prontamente fue causando el efecto contrario al que supuestamente se pretendía.

Esas nociones rígidas no permitieron observar que los tiempos cambian.

Esto mismo pasa en Europa donde reiteradamente se vuelven aplicar las mismas erróneas políticas que colapsaron en todas partes donde se las aplicó y, lógicamente, la reacción no se hizo esperar. Aquel efecto derrame en efecto derramó con el surgimiento de “los indignados” que empezó en España y ha llegado hasta la corona misma del imperio provocando lo que se podría llamar el fin de una era de aquella “aldea global” que los apóstoles financieros llegaron hasta llamar con el pomposo título del “fin de la historia”

El desarrollo social va creando nuevas expectativas. Desarrollo social que se va dando incluso a contramano de los ideologismos (de derecha o de izquierda) que se quedan en enfrentamientos al margen de las mismas demandas o necesidades de las nociones básicas de una sociedad inclusiva cuando superponen sus criterios por encima de la realidad social.

Esos tiempos requieren que aquellos que fueron arrojados por la ventana por el huracán sufrido en aquellos tiempos aludidos más arriba, cambien el asistencialismo por el desarrollo social basándose incluso en experiencias conocidas.

Existen leyes incluso, que deben adaptarse a ese cambio e incluso se han sancionado otras como el Día del Emprendedor que deben contemplar estos cambios con microemprendimientos productivos facilitando que aquellos viejos oficios perdidos hoy puedan resurgir con fuerza pero desde la misma gente.

En efecto, el Día del Emprendedor debe tener una variante a través de créditos pagables e incluso por afuera del sistema financiero del anarco-capitalismo que fracasó y fracasa en todos lados donde se lo aplica.

“El carácter innovador de esta herramienta está dado por su metodología de “garantías solidarias” y por el seguimiento-acompañamiento continuo al emprendedor por parte de promotores o asesores de crédito. El acceso al microcrédito es respaldado por el valor de la palabra, la confianza mutua, la solidaridad entre los emprendedores y los resultados del proyecto. Así, funciona como un instrumento de inclusión activa de personas y familias en situación de vulnerabilidad al desarrollo económico”, se puede leer en el portal del Ministerio de Desarrollo Social dela Nación.

Enla Ciudadde Buenos Aires se ha desarrollado el Día del Emprendedor y entre sus objetivos podemos leer, según el portal del gobierno porteño.

“El pasado jueves 5 de noviembre, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sancionó con fuerza de ley una iniciativa del diputado Diego Santilli, que instituye el Día del Emprendedor Porteño, que coincidirá con el último día hábil de la Semana Global del Emprendedorismo (GEW), que se realiza en distintos países la tercera semana de noviembre de cada año.

Asismimo, la Ley dispone la adhesión de la Ciudad de Buenos Aires a las actividades que se realicen en el marco de la Semana Internacional de la Iniciativa Emprendedora y faculta al Ministerio de Desarrollo Económico, a través de la Subsecretaría de Desarrollo Económico, para promover políticas públicas tendientes a fomentar y potenciar el alcance de la actividad emprendedora”

Estos nuevos tiempos deben acompañar los procesos que se van dando conformando nuevas posibilidades adaptándose a los cambios que se vayan dando o motorizando otros, creando variantes.

Aquellos tiempos del sandiwichito de salchichón con un vasito de plástico con agua de la canilla deben cambiar por políticas efectivas basadas en el Desarrollo Social y en la creación de nuevas alternativas de desarrollo basado la creación de una economía social que poco o nada tiene que ver con los ideologismos de los siglos XVIII y XIX o en alguna medida, con la creación de una tercera posición que nazca desde las entrañas mismas de todos los actores sociales sin exclusión.

Hemos querido tirar estas apretadas líneas como un aporte a esos nuevos tiempos en que el individualismo por si y en si mismo queda en desuso (los sucesos en Europa, EE.UU y Medio Oriente parecen imponernos alternativas)

Sobre esto, justamente, hemos querido reflexionar. He aquí este escrito…