40 AÑOS DE DEMOCRACIA

“Es necesario, absolutamente necesario que todos comprendamos que este día en el que inauguramos una etapa nueva en la Argentina, inauguramos un largo período de paz y de prosperidad y de respeto por la dignidad del hombre y de los argentinos. Este día en que recibimos el saludo alborozado de las democracias del mundo y muy particularmente de las democracias de los países de América Latina, como la de Uruguay, como la de Paraguay. Este día debe ser reconocido por los argentinos, como el día de todos. Acá hemos ido a una elección, hemos ganado, pero no hemos derrotado a nadie, porque todos hemos recuperado nuestros derechos”, dijo Alfonsín aquel histórico 30 de octubre de 1983, el Día de la Restauración de la Democracia.  Con el retorno de la democracia, la cultura vivió un momento único y muchos artistas e intelectuales comenzaron a volver del exilio. Mercedes Sosa, por ejemplo, que empezó a grabar colaboraciones con otros músicos como León Gieco, Víctor Heredia y Fito Páez.  Actualmente pueden visitarse las muestras «1983. Volver a votar», en el Museo Histórico Nacional -Defensa 1600, CABA-; «Imágenes de una democracia en construcción», en la Casa Nacional del Bicentenario – Riobamba 985, CABA-; y «Retorno 1983», en la Biblioteca Nacional -Agüero 2502, CABA-. Fuente argentina.gob.ar

Llegan las imagen de los 40 años de Democracia; Aquella noche no dormimos. Nos superaba la alegría, el nerviosismo. Del living al dormitorio, casi Charly… De la cocina a servirnos café y volver al ventanal. No amanecía más.

Nos quedamos mirando a nuestra hija, de dos meses que dormía en su cuna. Y volvíamos a mirar el cielo en el ventanal. En los edificios, las luces están encendidas. Nadie dormía esa noche. Era el 29 de octubre de 1983. Veníamos de una dictadura de siete años. Veníamos de la Guerra de Malvinas.

Despacio fuimos armando el cartel, con fibrón azul: Jorge escribió BIENVENIDA DEMOCRACIA!!!  Y la pegamos en nuestra puerta. Adornada con  globos celestes y blancos. Al mediodía bajamos, bajamos con nuestra hija en brazos. El ascensor se llenó de sonrisas y complicidad. Viajamos al centro en un taxi embanderado, Buenos Aires era una fiesta. Argentina era una Fiesta! Con mis suegros Hilda y Luis dejamos a Silvia y nos unimos a la Fiesta de la Democracia, tan ansiada, tan cara. Recién empezaba el amanecer después de la sangrienta dictadura, así, de la mano nos hicimos paso hasta Callao y nos abrazamos otra vez. La fórmula del Dr. Alfonsín y Víctor Martínez había ganado la Elección. Con un 52% a su favor. Con la UCR. Ganando los comicios habíamos entrado en la Democracia, que se ejercería desde el 10 de diciembre. Hoy que vivimos cara a cara con los negacioncitas, los neologismos, la deconstrucción muy cool podemos  decir: en nombre de todos los nuestros: SON 30.OOO DESAPARECIDOS. VIOLACION DE LOS MÁS ELEMENTALES DERECHOS HUMANOS. VUELOS DE LA MUERTE.

Cuando se aplaude a genocidas y el abismo se abre a nuestros pies si creemos en flautistas de Hamelin, con la esvástica en la camisa. Nuevamente un camino de Termópilas, y muchos que intentan sembrarlo de flores.. Qué nos pasó. La dignidad, la Memoria… Ahora que se han ganado derechos más que nunca. Quiero un mundo libre para los míos, un mundo donde la dignidad humana  se muestre en su esplendor. Para mis hijos, los hijos de mis hijos, quiero la Paz, la Armonía, y todos y todas sabemos que las guerras se hacen para la venta de armas y la muerte de sus soldados, hay poco trigo dicen, háganlos pelear entre ellos. Redacción María Britos