El Gobierno Porteño renombra la Estación Independencia por «Santa Mama Antula».
Es en la Línea «E» (Independencia / Lima Oeste – Bernardo de Irigoyen), con la denominación «Santa Mama Antula», y lo hace como distinción y honor a nuestra primera Santa Argentina, María Antonia de Paz y Figueroa. Del solemne acto participaron: Pilar Bosco, Directora General de Cultos, la Vicejefa de Gobierno, Clara Muzzio, el Legislador de la Ciudad, Facundo del Gaiso, autor de la exitosa iniciativa, Monseñor Ernesto Giobando, contó también con la presencia de familiares y representantes de la causa de su beatificación.
Se procedió a descubrir una placa recordatoria, conmemorativa que destaca sus labores y legados de nuestra Primera Santa Argentina: María Antonia de Paz y Figueroa: Santa Mama Antula.
Aproximación a su rica historia.
Vayamos hasta 1730, para encontrarla en su aldea virreinal, en Silipica (Santiago del Estero). María Antonia de San José Paz y Figueroa era hija de una destacada familia, donde tempranamente comenzó a formarse en los caminos de la Fe Cristiana, la caridad y la fe. Bajo la práctica de la Orden de los Jesuitas.
Los jesuitas eran una orden religiosa, cuasi militar. La había fundado San Ignacio de Loyola, militar y religioso. Creador de la Compañía de Jesús, en la Europa Medieval. Con la particularidad de la práctica de los Ejercicios Espirituales, un método sencillo sin exigencias semánticas para entenderlo, solo bastaba la disposición espiritual para llegar a practicarlos.
La Compañía de Jesús debió marcharse del Virreinato, por orden del rey Carlos II, en 1767, así quedaba acéfala esa orden que les daba problemas.
Mama Antula supo conservar y donarse a los más necesitados y continuar con los Ejercicios Espirituales, como lo habían hecho sus mentores. Pobres y ricos, negros y blancos se unían en esa práctica de Fe.
Así fue ganando admiración esta mujer que a nadie temía y con su ropa oscura, cubierta su cabeza de un mantón, descalza y con el báculo santo que la caracterizaba, una cruz alta con la que recorría los villorios. Ganando almas para Dios y consuelo para los afligidos. Así fue su obra, caminó desde Silípica a Buenos Aires virreinal.
Continuó con su prédica, con la mirada adusta y reprobable de las autoridades, pero se había ganado al pueblo y sus almas. Le fue donado un predio lejos de la Catedral y el Cabildo, lejos de San Telmo, donde vivían los funcionarios. Así entraba en la Historia Grande, una mujer santa, Santa Mama Antula: la que hablaba con los indios, quechua en dos vertientes y español. Amada por todos. Nada la detuvo. Fue levantada por sus seguidores la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, ubicada en la actual Avenida Independencia 1190. Los vecinos más influyentes lograron el resto, convirtiéndola en un referente más allá de sus posturas políticas. Su formación intelectual era tal que su correspondencia venía desde todo el mundo. Pues se requería del sabio consejo de una devota de Jesucristo que había dedicado su vida y obra a los otros. Y nada pedía a cambio. Su vigencia era total. Su entrega también y ya no estaba sola… Con los años siguió su camino el Santo Cura Brochero, otro ejemplo de entrega y servicio.
Nuestro Papa Francisco, el 11 de febrero del corriente año 2024 la canonizó. La Beata María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula, la Primera Santa Argentina!
El acto oficial se realizó el 7 de marzo (fecha en que se conmemora su fallecimiento), ocurrido hace más de 200 años.
Sus milagros son de larga data. Ya desde 1905 un milagro la pone en un lugar de privilegio: la curación de una religiosa: Vanina Rosa. Y ante la evidencia de otro de los tantos milagros, corrobora su santidad. En pleno siglo XXI un hombre se recupera de un ACV, irreversible. Un amigo sacerdote del paciente le deja la estampa de la Beata entre los cables y monitores, a los que estaba sujeto. Su mejoría y restablecimiento, hoy contado por él mismo y su familia, son el paso previo a su elevación a los altares de la santidad.
Así, la estación de la Línea «E» pasó a denominarse «Independencia – Santa Mama Antula».
¡Protege a Nuestra Patria, Santa Mama Antula!