EL OBISPO JORGE NOVAK: La opción preferencial por los pobres

La endiablada disputa entre dos doctrinas gemelas por el control del Estado someten a la persona en predicado y no en sujeto de su propia historia. En plena revolución tecnológica ambos pensamientos han quedado perimidos o en todo caso, donde se implantan lo hacen tras un férreo ataque a la libertad de pensamiento, acción y expresión.

Mientras uno no explica por qué la historia termina con el triunfo de la vanguardia y no con la derrota de ésta por las masas oprimidas, como tampoco explica que si todo es materia de qué esta compuesto el espacio sideral.

Su doctrina gemela se basa en dejar hacer, dejar pasar dejando al libre albedrío de la voluntad de quienes también dominando el Estado, dejan en manos del poderoso los negocios. Pregonan un liberalismo económico olvidando el liberalismo político (hecho que en la Argentina hemos tenido sobradas pruebas). Tanto uno como otro reniegan de la solidaridad. Son pensamientos piramidales y no participativos que obligan a la obediencia premiando la obsecuencia y castigando el disenso.

Pero, entonces, ¿qué hizo que el mensaje cristiano perdurara más de dos mil años? No es solamente la fe sino el pensamiento filosófico de un cristianismo que no negará pero tampoco endiosará la propiedad basándose en que la tierra a todos nos fue dada (sobre esto se pronuncia muy claramente el libro Genesis en el Antiguo Testamento) e incluso en el Exodo del pueblo judío, Moisés manda a cada familia a cazar un cordero por el largo viaje que les esperaba con la expresa indicación que si una familia estaba compuesta por pocos miembros debía compartirlo con aquella prole con más familiares y organizando grupos de cien personas para que no existan lo que ahora podemos llamar la rosca y la trenza: éste fue el primer Movimiento de Masas de la historia mundial y por qué no decirlo, el antecedente más remoto del primer Movimiento Nacional. Todo un pueblo tras un objetivo mayor, la liberación.

Ejemplos concretos hay cientos que figuran en las Escrituras que nos hablan de la filosofía del amor, la filosofía del compartir lo que se ha recibido. Cuando Jesús nos lega la palabra diciendo «Todo Hombre es mi Hermano» nos está diciendo apoyándose en el concepto de Juan el Bautista «Quien tenga de comer y de vestir debe compartir con quien no tenga» y desde ya no está haciendo diferencias entre ricos y pobres.

Pués bien y no nos cansaremos de hacer la misma pregunta: ¿Porque Francisco I pretende renovar la Iglesia atacando de lleno el Vaticano-Centrismo y aquí cierta dirigencia hace exactamente lo contrario cultivando el narcisimo, el sometiento, verticalizando al máximo sus espacios?  ¿Por qué se reparte lo que sobra y no lo que se tiene?

La Madre Teresa decía que quien no vive para servir, no sirve para vivir. Tampoco a ella la han escuchado…

Precisamente porque hay quienes no viven para servir sino para ser servidos…