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Homenaje a un grande, «Spinetta Day»

Llegó el «Spinetta Day». Dónde se homenajeó al flaco Spinetta; en el Primer Coliseo, de acuerdo a las redes de Olga. Después del éxito absoluto del recital con Gustavo Cerati y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota anteriormente.
La mística ganó los corazones de sus fieles seguidores.
Esta vez no fue distinto. Migue Granados y su programa «Soñé que volaba» dio una clase magistral: otra más. Allí se jugaba a full la poesía, la música y los sonidos rituales de los íconos que transitan el imaginario popular. Y si faltaba la joya de la corona la trajo la mesa ya habitual de Cabrera y Humboldt, ubicándose en el  mismísimo Teatro Colón, en las Redes de Olga.
A partir de allí comienza la magia, Granados y Fridman y Catarina (hija del Flaco),con Sergio Marchi, alguien involucrado en serio con su biografía «Ruido de Magia». Así, desgranando las históricas letras que firmó y cantó el Flaco de las Estrellas, corrieron parejas historias de su vida.
Las más entrañables de ellas, fueron las de Catarina.
Los músicos aportaron sus vivencias, palmo a palmo, golpe a golpe, los recuerdos se agolpaban como un inefable arco iris.
De la partida fueron también Lula Bertoldi, Germán Tripel y Nahuel Pennisi (el juglar del canto).
La DJ no tardó en arrancar con sus vivencias al lado de un hombre como su padre y su estatura ética,y musical. Su trascendencia es vital, rupturista y presente.
Un iluminado del mundo, alguien que tiene un canal abierto, el que le pasa la data completa. Y él sabía que transmitía algo que le llegaba con todos sus dones».
Catarina contaba que la información que tenía su padre llegaba por su intuición y su curiosidad.
La banda de lujo formada: los guitarristas Baltasar Comotto y Guillermo Arróm, Javier Malosetti, el bajista star, el baterista Sergio Verdinelli, junto al Mono Fontana, el hombre música… Cada uno de los nombrados dio acabada muestra de su diversidad y formación musical. Brilló el rock and roll crudo al jazz rock, pasando por canciones y versiones que permiten  la loca aventura de sentir su música a distinta escala y con igual power, incluyendo el tango y el folklore en sus escalas magistrales.
Luis Alberto Spinetta… un ícono a pesar suyo, de su claridad y transparencia, o quizás precisamente brillando como gema al viento…
Durazno Sangrando en la interpretación de Penissi sonó a balada de amor perdido…
Benja Amadeo «todas las hojas son del viento», Luz Gaggi  y su «fina ropa blanca», Lisandro Arstimuño, «Maribel se durmió» y Rubén Goldín, con «resumen porteño», Germán Trippel en «seguir viviendo sin tu amor», Ca7riel, y el inolvidable «anillo del Capitán Beto», con Mery Granados  «quedándote o yéndote», son los intérpretes de un repertorio por demás amado, reverenciado que forman parte de la mística del  cancionero del Flaco. Inolvidable. Querido.
Los momento más altos y profundos en la poética y música del Flaco:
se produjo con la llegada de Olivia Firpo, con su «historia viral de los últimos días», esta adolescente se fue acercando a la puerta de Olga para pedir una entrada y aquí se hizo el milagro (Flaco mediante), con su cartel como única presentación: el cartel que la definía: «…tengo 16 años y toco Spinetta», al momento, Granados la hizo pasar y así el equipo quedó cautivado por su personalísima interpretación de «barro tal vez», en su versión fue acompañada por el grosso de Javier Malosetti en pleno escenario del Teatro Colón, versionado.
Ya ocurrido un episodio idéntico en el «Cerati Day», el staff de Olga, pasó por el escenario. «Camafeo», en la interpretación de Migue Granados un aplauso cerrado, y Lucas Fridman hizo «Rezo por vos», con la aclaración de Catarina: 75% de mi papá y 25% de Charly.
El Colón, emblemático lugar donde Luis tocó en 2002, por primera vez presentando su «Silver Sorgo» logró un perfil no habitual.
Su público, en una fila de siete cuadras colmó el teatro, cantó las canciones conectándose al universo Spinetta automáticamente. Era piel. Colaboró en pleno para la Fundación Sí. Era  fundamental el sello de solidaridad como a mi papá le hubiera gustado.
Con un cierre acorde a la circunstancia, Lula Bertoldi, de Eruca Sativa, el cantante – guitarrista propuso viajar a la primera época de Luis. «Hoy llegué con un look Almendra», dijo en referencia a su look blanco y rosa el inefable Spinetta, el distintivo icónico del álbum debut del cuarteto.
Leyó un fragmento de «a estos hombres tristes», siendo su verdad que, a la hora de tocar, eligió una obra de «Pescado», post «Crucifixión» con un riff que sigue sonando ya icónico a esas alturas. Como toda su obra que nos cobija y llena de esperanzas, un mundo mejor es posible, Luis.
Abel Pintos, sobretodo marrón y lentes, irrumpió en el escenario y con él, su gratitud: «Gracias por hacerlo solidario. Tocar con estos músicos… Con esta banda es: sueño cumplido». Así se expresó Abel al tiempo de versionar «Bajan», concluyendo en la mesa su experiencia con el Flaco. Por primera vez lo escuché desde la voz de Mercedes Sosa. Ella se convirtió en mi Google de la música.
Al final de la misa spineteana, su hija Catarina dejó una frase como portavoz de la familia.
«Es un hermoso lugar, con distintas generaciones.Mi misión es que su legado se expanda, que se expande solo, como la música.» Dejó Catarina…
Misión cumplida, Olga!

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