LA BOMBONERA ES PARTE DEL ACERVO BARRIAL

¡Por supuesto que hablar de la esencia boquense no puede quedar reducido a club al que hacemos mención en estos momentos!

Más aún cuando en toda la extensión del barrio nos encontramos con los clásicos del quehacer popular y baste nombrar a Quinquela Martín, Juan de Dios Filiberto y tantos pero tantos otros que por derecho propio se han ganado el galardón indiscutible de integrar el acervo barrial.

¿Quién puede negar lo mencionado y más aún cuando el Riachuelo en tiempos de la Fundación del Río de la Plata fue convirtiéndose de a poco en el puerto de la entonces Santa María de los Buenos Ayres permitiendo que los marineros buscasen pasar una noche agradable en los no menos célebres bodegones barriales?

¿Quién puede negar que en La Boca nacieron los bomberos voluntarios habida cuenta de los permanentes incendios que se producían en los conventillos?

¿Quién no puede acordar que caminar sus calles es respirar el ambiente itálico en toda su belleza y colorido?

Pues bien: la Bombonera es parte de todo lo mencionado más arriba y por más que se construya otro estadio por más moderno y con más capacidad que sea y tenga, se está desconociendo la historia vecinal, sus tradiciones y el sentir de su gente.

En otras palabras: el club será otro sin el estadio si llegase a prosperar el proyecto en la Legislatura porteña. Dejará de vibrar ante la salida del equipo local.

Boca Juniors dejará de ser Boca Juniors por más que se construya un Maracaná que nada tiene que ver con la esencia barrial por más lujoso que sea.

Leemos en el portal Wikipedia: “En 1931 la comisión directiva encabezada por el presidente Ruperto Molfino decidió comprar los 21.471 m² de dicho terreno, en $2.200.000 de aquellos tiempos. Hacia 1934, después de organizar un concurso, se concretó el proyecto para la construcción del estadio.8 El ganador, que privilegiaba el uso de estructuras de hormigón armado, obtuvo el primer premio del concurso, y con ello la adjudicación de la obra. El autor del diseño fue el arquitecto esloveno Viktor Sulčič, quien, junto con el geómetra Raúl Bes, y el ingeniero José Luis Delpini, formaban el estudio Delpini-Sulcic-Bes,9 los que también fueron responsables del famoso Mercado de Abasto de Buenos Aires. Uno de los mayores méritos del proyecto de Delpini-Sulcic-Bes fue realizar un diseño acorde con el escaso espacio disponible, una de las características fundamentales de La Bombonera, aunque originalmente estaba contemplada una cuarta tribuna, que nunca pudo construirse”

¿Qué será y como se sentirán los boquenses siendo locales en un pretendido Maracaná?

¿Alguien puede imaginarse un partido Boca vs. River en un estadio similar a los de Brasil?

Sigue ofreciendo datos la fuente mencionada: “En 1931 la comisión directiva encabezada por el presidente Ruperto Molfino decidió comprar los 21.471 m² de dicho terreno, en $2.200.000 de aquellos tiempos. Hacia 1934, después de organizar un concurso, se concretó el proyecto para la construcción del estadio.8 El ganador, que privilegiaba el uso de estructuras de hormigón armado, obtuvo el primer premio del concurso, y con ello la adjudicación de la obra. El autor del diseño fue el arquitecto esloveno Viktor Sulčič, quien, junto con el geómetra Raúl Bes, y el ingeniero José Luis Delpini, formaban el estudio Delpini-Sulcic-Bes,9 los que también fueron responsables del famoso Mercado de Abasto de Buenos Aires. Uno de los mayores méritos del proyecto de Delpini-Sulcic-Bes fue realizar un diseño acorde con el escaso espacio disponible, una de las características fundamentales de La Bombonera, aunque originalmente estaba contemplada una cuarta tribuna, que nunca pudo construirse. Sobre la misma, se construyeron los nuevos palcos, esta vez hechos de estructura metálica”

Por todo lo expuesto estimamos que será errónea la construcción de un nuevo estadio por más moderno que fuere: éste escapará a la esencia barrial.

¿Acaso puede congeniarse modernidad con las tradiciones vecinales? Ésta es la pregunta a debatir…