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Desafíos y controversias en torno a la ‘Ley Ómnibus’
La cultura argentina se encuentra en el epicentro de una polémica desatada por la propuesta legislativa del presidente Javier Milei, la ‘Ley Ómnibus’. A pesar de la marcha atrás en algunos puntos críticos, la industria artística persiste en su rechazo, con actores movilizados para evitar la aprobación del proyecto en el Congreso.
El proyecto, presentado el pasado 27 de diciembre, generó fuertes críticas en especial por sus propuestas de recorte al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional de la Música (INAMU), y el Fondo Nacional de las Artes (FNA). Aunque Milei dio marcha atrás en algunos aspectos, colectivos de actores sostienen que las modificaciones son superficiales y que la producción cinematográfica está en riesgo.
Un punto álgido de la controversia se centra en el artículo 350 de la ‘Ley Ómnibus’, relacionado con los derechos de propiedad intelectual. Este artículo propone que los titulares de derechos de autor puedan formar asociaciones para defender sus intereses y elegir libremente entre afiliarse o no a una sociedad de gestión colectiva. La Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI) rechazó firmemente esta propuesta, argumentando que afectaría seriamente los derechos económicos de sus miembros.
SAGAI, que desde 2006 gestiona los derechos intelectuales de actores y bailarines, ha sido una de las voces más críticas. El presidente de SAGAI, Jorge Marrale, advirtió sobre el «enorme riesgo» que enfrentarían las sociedades de gestión si se aprueba el artículo 350. Actores como Martín Seefeld expresaron preocupación sobre las consecuencias y la posible desaparición de la acción social que realizan.
El Gobierno, por otro lado, sostiene que la propuesta busca fomentar la competencia y permitir a los profesionales de la cultura gestionar individualmente sus derechos de autor. El subsecretario de Prensa de la Presidencia, Javier Lanari, defendió el proyecto, destacando que la libre competencia beneficiaría a actores y bailarines.
La propuesta original también buscaba recortar el financiamiento a políticas de fomento al cine, afectando al INCAA. Aunque el Gobierno desistió de algunas propuestas polémicas, como la reducción del financiamiento al cine, Milei reiteró su posición sobre la cultura, cuestionando la asignación de recursos estatales para financiar películas poco vistas.
El debate se intensificó con manifestaciones y protestas de artistas en diversas ciudades argentinas, expresando su rechazo a la ‘Ley Ómnibus’. La diversidad de opiniones entre los propios artistas se reflejó en la carta «La cultura está en peligro», firmada por más de 20,000 artistas, mientras que otros, como Luis Brandoni, sostienen que «la cultura no está en peligro».El proyecto ingresó al Congreso con reformas, dando marcha atrás en la derogación del Fondo Nacional de las Artes (FNA) y del Instituto Nacional del Teatro (INT). Sin embargo, persisten desafíos y controversias en torno a la ‘Ley Ómnibus’, que continuará siendo objeto de discusión en el Congreso argentino.
La ‘Ley Ómnibus’ ha desatado un intenso debate en la sociedad argentina, especialmente en el ámbito cultural. A pesar de ciertas concesiones del Gobierno, la controversia persiste, reflejando las diversas posturas dentro de la industria artística. La protección de los derechos de propiedad intelectual, el financiamiento de la cultura y el rol del Estado en este ámbito son puntos críticos que han movilizado a actores, músicos y otros profesionales de la cultura. El Congreso será el escenario donde se defina el destino de esta ley, mientras el mundo cultural argentino permanece en vilo.
Fuente: Télam
