LA EMANCIPACIÓN FEMENINA…

Hubo un tiempo que la mujer estaba tan sólo destinada para la procreación siendo el efebo quien otorgaba placer sexual a los hombres: ni siquiera su destino era el cuidado de la casa y la prole. Un inicio de la emancipación fue cuando se le dio categoría de ama de casa o ama de llaves y que con respecto al estado anterior, ya no tenía tan sólo una misión reproductora sino también de organización del espacio familiar.

Según el portal Wikipedia «Con estas denominaciones designa un proceso histórico o movimiento social de la edad contemporánea, que desde finales del siglo XVIII, durante la revolución francesa, viene proponiendo la reivindicación de los derechos de la mujer o la igualdad de derechos entre los sexos, lo que significaría la emancipación o liberación de la condición de la mujer, que a lo largo de la historia, en todas las civilizaciones, ha sido de subordinación. En este sentido el mito del matriarcado no reflejaría una realidad histórica de predominio de las mujeres, sino una realidad antropológica muy diferente» (…) Lo que es necesario destacar ahora es que el proceso de emancipación  si bien es algo que rompe con las antiguas normas no por eso debe ser violento sino algo encadenado de un tiempo a otro.

La Convención define la discriminación contra la mujer en los siguientes términos: cualquier distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, gozado o ejercido por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en el campo político, económico, social, cultural y civil o en cualquier otra.

«La lucha por los derechos políticos de la mujer se inició infructuosamente durante la revolución francesa de 1789; sus protagonistas denunciaron que la libertad, igualdad y fraternidad sólo se referían a los hombres y no a las mujeres. Una de las voces de protesta más enérgicas fue la de Olympe de Gouges, autora de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, en 1791, dos años después de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. El documento escrito por Gouges reclamaba para las mujeres los mismos derechos políticos que disfrutaban los hombres, el sufragio entre ellos. Si ellas podían subir al cadalso, también debían poder ocupar cargos público (…) Los procesos de resistencia de las mujeres europeas y su conquista de espacios de libertad han implicado la renegociación del acuerdo de género implícito en los discursos y las representaciones culturales de género. También han implicado una resignificación de la identidad asignada a la mujer, construida a partir de una definición de la feminidad en términos exclusivos de reproducción, maternidad obligada y dedicación a los cuidados de los demás. Los procesos de emancipación femenina tienen una larga trayectoria de defensa desde el principio de la igualdad entre hombres y mujeres. El supuesto político de la igualdad entre hombres y mujeres ha sido la base más importante en la demanda de los derechos de las mujeres a lo largo de los siglos XIX y XX»

En este marco a nuestro juicio debe entenderse la búsqueda de nuevos derechos que las mujeres van conquistando de siglo en siglo: la igualdad de género es también compartir las tareas hogareñas. Es protagonizar los cambios sociales que no sólo es sufragar y poder ser elegidas. Es hacerse cargo de aquello que legítimamente les pertenece, entre otras cosas.

Concluyendo, estos renglones también nos muestra lo diferente y lo necesario de la filosofía del amor que es la que convierte a la persona en sujeto y verbo histórico, no así las doctrinas gemelas (marxismo y liberalismo) que es tomando a los pueblos como predicado siendo una parte más de la vanguardia esclarecida o del Dios mercado. En otros términos, más que una lucha fraticida lo prioritario es la concurrencia y la tenacidad del reclamo (no por medio de hechos violentos pero si mediante la participación (que también es decidir).

Publicado 3 de julio de 2018

 

 

 

 

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