La división comunal de la ciudad en los hechos no avanzó en forma decidida en algunos puntos básicos que tienen que ver con el Colegiales de hoy y de siempre.
Si bien, la puesta en valor del Mercado de Pulgas anteriormente inseguro y descuidado en forma total al extremo que se necesitaba una solución urgente llegando al extremo que así no podía seguir funcionando, su remodelación fue una de las grandes soluciones que llegaron desde hace aproximadamente diez años con la nueva orientación en el gobierno de la ciudad.
Algo similar ocurrió con el túnel en la intersección de la Avda Federico Lacroze en su intersección con Crámer. El mismo significó una de las grandes necesidades barriales para dar mayor vida a nuestra principal avenida. Justo es decir que ya dejó de ser una rémora barrial y en este sentido podemos hablar de una avenida antes y otra después de la construcción del túnel. Sin embargo, es necesario también el atentado al medio ambiente que significó la quita de los árboles de Olleros para construir un paso a nivel alternativo mientras se terminaba la obra.
Pero lo más grave fue desconocer la historia barrial al respecto que cuando se construyó el puente Dr. Pedro Bustos no se lo hizo por Olleros precisamente para no erradicar el arbolado y una vez quitados ese paso a nivel en Olleros y Crámer fue clausurado sin necesidad y a contramano de una integración conformando por tal un Colegiales cuidado en lo urbanístico con esmero y otro como la hermana no deseado de la Comuna 13.
Este punto podría solucionarse con no discutir partidocráticamente el rol de las comunas.
En otras palabras no alcanza con pedir mayores fondos para ser manejados por éstas. Es necesario repensar el desastre que fue la división de la ciudad separando en nuestros caso Chacarita con Colegiales a contramano e irreflexivamente (o sin fundamentos lógicos).
¡Se desconoció por completo la identidad socio-cultural común e histórica a pesar de los reiterados reclamos de las entidades barriales para que no se hiciese!
La división en comunas de la ciudad es uno de los más lamentables yerros motivados por la ya tradicional costumbre de que unos pocos deciden aquello que nos conviene a todos.
Estas líneas intentan constituirse en una suerte de una historia presente con sus hechos buenos y otros no tanto que debió lidiar la gestión desde cuando el Ingeniero Mauricio Macri asumiera la Jefatura de Gobierno, allá hace 10 años ya.
Aún falta decidir que se va a hacer con los terrenos que otra ocupara la Villa de Colegiales en donde justamente ahora está la estación de transferencia de Edenor en Benjamín Matienzo esquina Zapiola, amén de toda la zona aledaña donde nos encontramos con un vacío urbano de proporciones.
¿Qué hacer con esos amplios terrenos que llegan a ocupar algunas manzanas? Es lo que se debería discutir en breve plazo, pero hacerlo con una visión amplia que no contemple tan sólo los intereses parciales o sectoriales.
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