Desde 1942 en EE.UU se vienen produciendo este tipo de hechos donde fallecieron nada menos que 492 personas en Cocoanut Grove de Boston…
desde ese entonces en todas partes del mundo distintos países han pasado por la experiencia.
El portal wikipedia presenta la siguiente definición: Se llama pirotecnia a los dispositivos que están preparados para que ocurran reacciones pirotécnicas en su interior. Las reacciones pirotécnicas ocurren por combustión no explosiva de materiales, que pueden generar llamas, chispas y humos. Cada elemento pirotecnico presenta estos componentes: Pólvora negra; Polvillo de acero, zinc y cobre; Clorato de potasio; Cloruro de calcio; Nitrato de cobre, bario, estroncio y Cloruro de litio, elementos sumamente peligroso para la manipulación de manos inexpertas.
El fin de semana un nuevo antecedente se anotó en la grilla de otros que resultaron fatales y que como decimos más arriba Rusia, Argentina, China, Filipinas, EE.UU, todos y cada uno adoleció de su Cromañón…
233 muertos y 117 heridos en el incendio de un boliche en Brasil. El local bailable no estaba habilitado para funcionar y los guardias de seguridad bloquearon la salida para evitar que la gente se fuera sin pagar lo consumido. Decenas de personas hicieron fila para identificar los cadáveres, informa el matutino Tiempo Argentino del 28 de enero de 2013.
¿Hasta cuando y hasta donde se seguirá tolerando la manipulación de pirotecnia? ¿Hasta cuando y hasta dónde los gobiernos permitirán que sucedan estas desgracias?
¿Deberán suceder muchos otros Cromañones para que los gobiernos de una vez por todas limiten su uso?
El matutino citado más arriba ofrecía estas líneas que hacen que cualquier otra expresión esté de más. Leámosla con atención:
«El dolor y la consternación se apoderaron de Brasil, después de que una fiesta universitaria que se realizaba en una de las discotecas más populares de la ciudad de Santa María, en el sur del país, acabara en tragedia al producirse un incendio que dejó un saldo parcial de 233 muertos y 117 heridos, en su gran mayoría jóvenes estudiantes. La fiesta se desarrollaba en la madrugada en Kiss, un local bailable de esa ciudad de 263 mil habitantes y ocho universidades, cuando una chispa de una bengala que encendió un integrante del grupo musical que animaba la fiesta alcanzó el material inflamable del techo, provocando el segundo mayor incendio en la historia del país.
Escenario de guerra. Esa fue la frase con la cual los testigos describieron no sólo el lugar de la tragedia, donde los cuerpos se podían ver amontonados, sino el calvario que vivieron durante horas los familiares de las víctimas. Debido a las proporciones de la tragedia, los cuerpos tuvieron que ser llevados al Centro Deportivo Municipal de la ciudad para ser reconocidos por los forenses, ya que el Instituto Médico Legal de la ciudad no tenía capacidad para recibirlos.
Extendidos en el suelo y cubiertos por lonas, pero con el rostro descubierto, los cuerpos fueron colocados uno junto al otro, en largas filas que eran recorridas por padres, hermanos y amigos para ser identificados. En el exterior, entre llantos, los familiares esperaban su turno para ingresar con la esperanza de no encontrar allí a la persona que buscaban.
Decenas de personas recorrieron las filas de cuerpos sin estar seguros de que sus seres queridos estuvieran entre los muertos. Esta confusión se debió a que los cuerpos no fueron identificados en su totalidad y a que el número oficial de víctimas se redujo a lo largo de la jornada, al tiempo que aumentaba el de heridos. «A lo mejor mi hija está en un hospital y no acá”, dijo a Radio Gaúcha una madre que aguardaba su turno para ingresar a ver los cuerpos»
Que no vuelva a suceder otro Cromañón en ningún lugar del mundo y esto es una responsabilidad de los gobiernos que deben limitar el uso pirotécnico pero también de la sociedad civil que debe asumir la propia…