La Chacrita Online Portal de noticias de Chacarita y Colegiales
Sucedió ayer cuando volvía para mi domicilio cuando estaba él, cortándole en pedacito el alimento a la paloma herida.
Por seguro ambos coincidían en algo: la pobreza total, el descuido de una sociedad hipócrita y cínica que valora lo vacío de contenido renegando de lo sustancial.
Lo vi pasando con el colectivo y no pude olvidarme del Evangelio de San Lucas y de la parábola de Lázaro y el rico cuando aquel comía de las migajas que de las festicholas se le caían al rico y los perros las llagas le lamían.
Cuando ambos fallecen el Padre Abraham recibe a Lázaro saciándolo de todas las necesidades de esta sociedad descartable (peor aún si se es pobre) mientras que al rico lo manda al infierno.
Desesperado el rico recurre al Padre Abraham rogándole la mudanza pero recibiendo la respuesta que sus dones los había recibido en la tierra. Más desesperado aún le suplica que le permita ir a avisar a los suyos qué les va a suceder si continúan en el mismo camino.
La respuesta del Padre Abraham fue lapidaria: “Si no escucharon a los Profetas menos te van a escuchar a vos”
Y así fue que quien se alzó con todo mientras a los más le falta lo necesario para subsistir, terminó asándose en el infierno.
Sucedió ayer y cuánto amor desparramó aquel hombre; con qué cuidado cortaba el alimento para la pobre palomita olvidada por quienes tienen todo que se olvidan de quienes no tienen nada pero sí mucho amor.
Y esta vida que se lleva a los Carlitos Nahuel y a los Luisitos (los chicos masacrados del Hogar Piedra Libre que no fueron atendidos como corresponde por los eternos preocupados por llegar más y más alto y que no se sabe para qué).
El hombre se podía llamar Juan o Pedro, José o Manuel: hay muchos olvidados en esta sociedad de la palabreja barata o del discurso vacío. Demasiados.
Y por seguro, el hombre o los eternos Lázaro en un mundo que despilfarra recursos en armamentos de destrucción masiva que acusa a otro tenerlos cuando en verdad los tiene en sus arsenales, estaba allí en Combate de los Pozos al 1200 debajo de las autopista dándole de comer a la palomita enferma.
¡Cuán diferente sería este mundo si todos hiciéramos del amor y la igualdad nuestro estilo de vida! ¡Cuán diferente sería si respetáramos al texto bíblico cuando en Génesis dice textualmente que “la tierra a todos nos ha sido dada” (aunque algunos se la apropian, decimos nosotros)
¡Cuan diferente sería si aquel granjero que una noche se durmió conforme que en sus galpones había amontonado granos por largo tiempo pero que entre sueños recibió la visita del Señor diciéndole “Hombre necio esta misma noche has de morir y de qué te servirá lo que tienes guardado”!
¡Cuán diferente sería si los que ahora se reúnen escandalizados por la reforma al Código Civil lo mismo hubiesen hecho cuando los propios eran asesinados o masacrados en los tiempos de plomo!
Cuan distinto sería este mundo si fuera para todos y no para unos pocos…
