Existe otro mundo que es, como se dice actualmente, el de los ciudadanos de a pié. Y también la de los gestos solidarios que por un capricho no demasiado santo de algunos medios de comunicación que privilegian la desgracia, la de los hechos desagradables, por encima de esa conducta que nos llevaría a un mundo mejor basado en la filosofía del amor y no, la de ahora, que solo incentiva el individualismo por si mismo: de izquierda o de dercha indistintamente, ya sea con un lengua “progre” o uno sin tanto progresismo.
Esta otra historia es la que nos hace retomar esperanzas acerca de un mundo más nuestro, un urbanismo para todos y no el actual que está –y nos pone- que es el de unos pocos.
Es la de los pibes solidarios que le acercan, se quitan, el alimento para dárselo acompañado de un sonrisa a un indigente; son los pibes adolescentes y no tanto que alimentan a los perritos de la calle o buscándoles hogar, o llenando páginas de las redes sociales con cuanto bichito necesitado anda por las calles.
Pero, curiosamente, ellos no estarán en primera plana y es porque no venden como sí puede hacerlo algún hecho sangriento.
Estas experiencias así lo añoramos deberán ser parte común de una sociedad necesitada de amor.
Lamentablemente, esto ocurre, el indivuakismo atroz en Chacarita, Parque Chas, Colegiales, Nuñez y cualquier otro barrio de las comunas de la ciudad pero también en otras partes de la urbe en cualquier geografía mundial.
El hombre es un ser social pero lo convierten en caníbal de sus propios hermanos resguardándose o reservándose para sí los verdaderos beneficios.
Como decimos siempre, hubo un cromaón y mientras algunos pocosa querían lucrar más y mejor, otros daban su vida por el amigo o familiar envueltos en esos aires contaminados.
Siempre estará ala contracara de ese periodismo que sólo busca rédito a costa de lo que sea; siempre van a existir gestos solidarios que darán alimento a quien arroja desapresnivamente un bichito a la calle para que sea las rebusque como pueda.
Será vendible o no la noticia solidaria, se la privilegiará o no, pero ella estará allí siempre. Porque el ser es eso también, “solidaridad”.
Caminaremos por cualquier lado de la Comuna 15 y nos cruzaremos con estos gestos que nos esperanzan.
Caminaremos con el macrocentro y nos encontramos con parroquias que han construidos duchas para aquel indigente que busque higienizxarse.
No fue un invento la Madre Teresa de Calcuta, no es literatura cuando el Salvador multiplicó panes y peces para los hambrientos o curó enfermos.
Es parte de nuestra historia, de nuestro devenir diario, aunque cierto periodismo amarillo sólo nos muestre lo deprimente.
De nosotros depende privilegiaqr uno u otro.
Alguna vez deberemos construir un mundo más de todos y al servicio de todos.
Entretanto, aquel otro periodismo amarillento seguirá amasando fotunas para uso propio…